Según el edil, que ha votado a favor de aprobarlo, la actual situación económica aconseja facilitar la implantación de comercios de barrio en lugar de pequeños centros comerciales, como contempla la modificación urbanística, y lamenta la “ausencia de debate y participación ciudadana” en la fase de redacción de la normativa.

Y es que, desde su punto de vista, el plazo de alegaciones aprobado no garantiza dicha participación, porque “está todo el pescado vendido” y “solo se sustancian errores” sin llegar a entrar “en el fondo de la cuestión”, cuando, a su juicio, tendría que haberse tenido en cuenta la opinión de vecinos, colegios profesionales y asociaciones de comerciantes.

La introducción del uso comercial en zonas residenciales debería hacerse mediante “comercio individual en tienda” puesto que tiene más “ventajas” que un centro comercial, según Chamorro, que pone como ejemplo una menor inversión y la posibilidad de contar con instalaciones e infraestructuras ya realizadas.

Para el concejal, pensar que un pequeño centro comercial creará actividad económica edificatoria alrededor de él “es una intención muy corta en su efectividad” por lo que apuesta por el “comercio de barrio” para “satisfacer las necesidades principales de abastecimiento diario sin la necesidad de la utilización del automóvil”.

Liberalizar
En respuesta, el teniente de alcalde del área, Alberto Plaza, ha dicho no entender las críticas, ya que “ahora, y tras la aprobación inicial, viene el período de alegaciones” reclamado el edil del PSOE.

Plaza ha justificado la medida en que “favorece la liberalización comercial” y con ello “facilitar la creación de empleo”.

Tras recordar que Chamorro ha votado a favor de la aprobación inicial, ha calificado su postura como “inaudita” y le ha pedido “reflexión”, recordándole que se encuentra en la corporación municipal “en representación de toda la ciudad” y no de “un colectivo”, al que Plaza ha dicho no querer nombrar, si bien se refería a los arquitectos, profesión que ejerce el concejal.