La renuncia de Berzosa, aceptada simpliciter por el papa Francisco, se produce después de un periodo de reflexión y renovación espiritual.

El pasado 15 de junio el papa concedió a Berzosa retirarse del gobierno pastoral de la diócesis durante algún tiempo y, desde entonces, Franciso Gil Hellín, arzobispo emérito de Burgos, fue nombrado administrador apostólico.

Ahora, la Santa Sede ha comunicado que Gil Hellín dejará, "por motivos personales", de ejercer como administrador apostólico en Ciudad Rodrigo, siendo sustituido por Jesús García Burillo, que sigue siendo obispo emérito de Ávila.