La escritora bilbaína ha reconocido que esta tierra es un "referente" para ella, ya que además de tener antiguos alumnos y amigos abulenses, hace tres años le dedicó su último ensayo a Teresa de Jesús.

“Vine aquí de la mano de la Santa y sigo viniendo todas las veces que me lo piden”, ha dicho, acompañada por la coordinadora del ciclo, Gema Orgaz, y la presidenta de la Fundación Ávila, María Dolores Ruíz-Ayúcar, quien se ha felicitado el “tirón” de esta edición de 'Literarios', que ha conseguido llenar prácticamente el auditorio todos los días.

Lo mismo ha ocurrido con Freire, que ha titulaso su conferencia 'Palabras contra el tiempo', ya que en su opinión es "a lo que ahora puede aspirar la literatura".

"Frente a la agitación y a la necesidad constante de información, la literatura lo que hace es frenar el pensamiento y el tiempo, para que se convierta en algo sobre lo que podemos pensar y en lo que podemos deleitarnos", ha sostenido.

Previamente, ha hablado de los 20 años transcurridos desde que se convirtió en la ganadora más joven del Premio Planeta, en 1999, con la novela 'Melocotones helados'. En este sentido, ha reconocido que ese galardón le ayudó a crear "una imagen de marca", algo que "entonces apenas se atisbaba" y que en la actualidad es "cada vez más importante".

Enorme oportunidad

Asimismo, ha comentado que aquel premio supuso para ella una "enorme oportunidad" que trató de "aprovechar", algo que a su juicio ha hecho, labrándose una carrera literaria con más de una veintena de títulos.

Espido Freire ha destacado cómo para "mucha gente" a partir de entonces "quedó clavado" en la memoria su nombre, así como "ese Premio Planeta y no otros", teniendo en cuenta, entre otros factores, que fue y sigue siendo la ganadora más joven de este galardón literario, que obtuvo a los 25 años.

"Eso que es ajeno a la literatura, ha sido un impulso muy importante paradójicamente para mi carrera literaria", ha explicado Freire, quien ha considerado que aquella circunstancia también permitió que "mucha gente" le identificara "con alguien que era joven, que traía una voz fresca y que, al mismo tiempo, había ganado un premio prestigioso".

Desde su punto de vista, el Planeta fue "un punto de partida exigente y demandante", pero fue el que tuvo y "con eso" le tocó "remar".

No obstante, y a pesar de la "importancia" del premio, el año importante fue el 2018, ya que fue cuando se cumplieron dos décadas desde que empezó a escribir, de ahí que haya destacado: "No todo el mundo tiene la suerte de poderse dedicar a la literatura durante 20 años".