El vehículo con el amarillo corporativo, que otras veces ha llegado a ser más de uno, era una estampa típica del desfile, tras los Reyes Magos y junto al camión del carbón y el de los bomberos, sin duda alguna elementos unidos a una noche mágica para los niños.

Los empleados de Correos acudían cada año de forma voluntaria a la cabalgata, pero este año no ha habido ninguno que haya deseado participar en el evento, y el organismo público estatal no ha decidido incentivar su presencia, mediante una gratificación o días libres, en un acontecimiento multitudinario. La sola participación en la cabalgata permite una publicidad gratuita ante los miles de abulenses que presencian la comitiva.

Consultado Correos sobre la su falta de presencia en la cabalgata, no ha ofrecido respuesta.

Lo que sí hubo en la cabalgata fueron dos personajes que, modo de carteras, en bicicleta portaban un buzón a modo de representación la recogida de las cartas a los magos.