Según han informado fuentes de la Comisaría de Policía de la capital, el hombre que perdió la vida junto al edificio de La Calera el 18 de noviembre, se encontraba aún vivo cuando llegaron las asistencias sanitarias, aunque poco después falleció.

“Su muerte, no tiene su origen en un acto criminal”, han señalado las mismas fuentes, que han confirmado que a raíz de estos hechos, como sucede con cualquier fallecimiento en la vía pública, se puso en marcha una investigación y se le practicó la autopsia.

Además de desmentir los numerosos bulos que surgieron en torno a este fallecimiento y otros que coincidieron en el tiempo, la Policía Nacional ha señalado que aún está “pendiente el informe toxicológico”. Al respecto, ha reconocido que se trata de un proceso “lento” y que “no hay que especular”.

El hombre que falleció en la calle es un varón de 50 años y vecino de Ávila, sin que conozcan los motivos de su muerte, sólo que presentaba una fuerte hemorragia en la cabeza.