Entre ellos, el nuncio apostólico, Renzo Fratini, y el cardenal arzobispo de Valladolid y presidente de la Conferencia Episcopal, Ricardo Blázquez, que será el “ordenante principal”, junto con el propio Fratini y el ya administrador apostólico, Jesús García Burillo, que actuarán como “obispos ordenantes”.

Y todo ello en una ceremonia que se prolongará el sábado (11 horas) más allá de las dos horas en una Catedral de El Salvador en la que se habilitarán 1.500 sillas para los fieles, que podrán superar esa cifra si se suma a las personas que tengan que seguir el acto litúrgico de pie.

Para quienes no tengan una visión directa del altar mayor, podrán seguir la ceremonia por varias pantallas de televisión, una de ellas de gran tamaño, situada en el trascoro de este templo, que abrirá sus puertas hora y media antes (9.30 horas) para agilizar el acomodo de los fieles e invitados por parte del medio centenar de voluntarios del Año Jubilar Teresiano.

Estos datos han sido facilitados por García Burillo y por el canónigo liturgista de la Catedral abulense, Raúl García, que ha dado a conocer parte del amplio dispositivo, teniendo en cuenta que se trata de “un día grande para la diócesis”.

Programa milimetrado

El público tendrá que acceder al interior del templo por la puerta de los apóstoles, mientras que cardenales, obispos, sacerdotes, autoridades e invitados lo harán por la puerta de San Segundo (entre las 9.30 y las 10.30 horas).

El recibimiento al nuevo obispo en la Catedral tendrá lugar en torno a las 10.45 de la mañana en la puerta principal del templo. Hasta allí llegará Gil Tamayo acompañado por Renzo Fratini y por García Burillo. Antes de acceder al interior de la Catedral, el nuevo obispo de la diócesis será presentado al Cabildo y al colegio de consultores por el nuncio.

La ceremonia tendrá su momento culminante con la entrega al nuevo prelado de los signos del ministerio que se le encomienda en la Iglesia: los Evangelios, el anillo episcopal -símbolo de la alianza esponsal con la Diócesis-, la mitra -signo de la santidad- y el báculo -símbolo de su función pastoral-. Después, Gil Tamayo ocupará la cátedra.

Según la información facilitada por el Obispado, la mitra y la casulla de Gil Tamayo son un regalo del personal de la Conferencia Episcopal, de la que ha sido secretario general desde 2013.

Por su parte, el báculo en metal dorado es un regalo de Antonio Montero, el arzobispo que le ordenó sacerdote en 1980, mientras que el anillo de plata dorada es un regalo de la madre de Gil Tamayo.

Acogida por Aldeavieja

Un día antes de su ordenación episcopal, el viernes, Gil Tamayo protagonizará (16 horas) una simbólica y breve ceremonia de acogida en Aldeavieja, la localidad desde la que accederá a la diócesis abulense, al ser la primera de una provincia a la que llegará desde Madrid.

Tras un breve acto en la iglesia del pueblo, al igual que hace 15 años sucedió con García Burillo, la comitiva se dirigirá a la ermita de Nuestra Señora del Cubillo.