Para muchos fue el primer contacto con las Nuevas Tecnologías de la Información.

A día de hoy estos hijos son a los que técnicamente yo llamo los USUARIOS, ya no son jóvenes estudiantes, afortunadamente muchos han crecido, se han licenciado con doble titulación y algunos incluso son padres de familia.

No sé si aprendieron mucho con la enciclopedia Encarta,  pero lo que si estoy seguro es que en el uso de ese ordenador y de las nuevas tecnologías pocos pasaron de jugar al 'pacman',  el buscaminas o el solitario.

Ahora en su trabajo se pegan a diario con  las plantillas de Word y los formatos de celda de Excel a pesar de los muchos Powerpoint que vieron y de los cursos de  formación a los que asistieron.

Ya no quiero hablar de sistemas operativos, programas, procesadores de edición de imágenes o texto así como  navegadores web o clientes de correo electrónico. Y si se trata de conectar algo, ni te cuento.

Pero, entonces...  ¿Para qué se gasto papá los cuartos? ¿Qué podía hacer un joven estudiante con un ordenador de los de entonces?

Díme, ¿tú qué hacías con ese primer ordenador que entró en tu casa?

Lo que más me ha decepcionado son las respuestas que he ido encontrando a mi pregunta. La única conclusión a la que he podido llegar, es que en algunos casos Papá se gastó 200.000 pesetas para nada, o para casi nada excepto para jugar a los marcianitos.

USUARIOS, no aprendieron ustedes nada ni se preocuparon en hacerlo, no creían entonces que aquella caja con un microprocesador dentro, un monitor, un  teclado y algún periférico conectado en alguno de sus puertos, supondría una de las  herramientas más importantes  para ayudarles en sus actuales trabajos.

La reflexión que hago hoy es:
Cada uno de los hijos de estos USUARIOS lleva en el bolsillo de su pantalón uno de los últimos modelos de smartphones salidos al mercado, o dispone del más novedoso tablet. Cualquier de estos dispositivos es más rápido en proceso de cálculo y en capacidad de almacenamiento que el más potente de esos ordenadores de entonces que compró papá.

¿Serán estos nuevos dispositivos sus herramientas tecnológicas del mañana? 

No estamos hablando de una eternidad, solamente una juventud, más o menos 20 años.

Gracias Papá. La Encarta la tengo en casa todavía.