Acusan a la institución provincial de “gastarse lo que cuesta un parque de bomberos en prebendas varias para agrupaciones de Protección Civil” dotándolas de materiales para la extinción de incendios “esperando que puedan dar una respuesta parecida a la de los servicios profesionales en tiempo y efectividad”.

La plataforma cree que así se incumple la Ley 4/2007 de Protección Ciudadana de Castilla y León, donde a estos servicios se los cataloga como “servicios complementarios que están bajo la supervisión, organización y control de los servicios esenciales, teniendo estos las competencias en materia de extinción de incendios y salvamento”.

La Plataforma de Bomberos Profesionales de Castilla y León considera a las agrupaciones de Protección Civil como “necesarias”, pero advierten que “no pueden sustituir a los servicios profesionales por la Ley del Voluntariado”.

Aseguran que “dotar a los voluntarios de materiales para asumir las competencias de los profesionales no solo contradice las leyes, sino que pone en riesgo a los ciudadanos a los que van a ayudar y a ellos mismos”.

Según la plataforma, se puede argumentar que “mejor esto que nada”, ante lo que dicen que “cuando se lleva casi 40 años sin hacer nada para dotar a Ávila de unos servicios profesionales tan necesarios, la respuesta  no suena convincente, y más a simulación que a otra cosa”.

Ciudadanos de segunda

También critican que las Administraciones deben garantizar estos servicios “pero no lo hacen” y “convierten a los ciudadanos de Ávila en ciudadanos de segunda o tercera clase”.

Ante el problema de falta de presupuesto para parques de bomberos, dicen que “más dinero cuesta una vida, un herido, un negocio perdido o la salud de las personas a las que se debiera atender en unas condiciones dignas”, porque “estas personas también pagan impuestos”.

La plataforma señala que “lo que necesita la ciudadanía es una respuesta de calidad, confiar en unos servicios públicos y una administración que solucione sus problemas”, frente a “vanas promesas, excusas y esperar que la suerte o la providencia se alíe con la vecindad”.

Según la entidad que agrupa a los bomberos profesionales de Castilla y León , lo recomendable “en cuanto a economía y efectividad” es que los bomberos del Ayuntamiento de Ávila se ocupen de las emergencias en un radio de diez a 15 minutos, siendo abonado por la Diputación.

Para zonas más alejadas, la respuesta de la Diputación debería estar basada en los bomberos profesionales, agentes de la autoridad y servicios esenciales (Ley 4/2007 de Protección Ciudadana de Castilla y León), que respondan a “unas isocronas razonables de las emergencias”, dado que en casos como incendios y accidentes “los minutos sí que importan para la vida de las personas”.