Jesús Fernández García, de 47 años y vecino de La Nava de Arévalo, fue visto por última vez el  sábado 20, día en que no regresó a su domicilio, que compartía con un hermano y su madre.

Tras la desaparición fue buscado y rastreados los alrededores de la localidad durante tres días por numerosos efectivos. En esa labor de búsqueda pasaron por la piscina y por diversas lagunas de alrededor de la localidad sin resultado alguno.

Ahora, tras más de dos semanas, el aguacil y un operario, que iban a poder unos chopos, han visto el cadáver flotando sobre el agua a las 9,30 horas del martes, y no han dudado de que se trataba del desaparecido, que iba vestido con una chaqueta de color rojo, con la que fue visto por última vez.

El alcalde de La Nava de Arévalo, Enrique Rodríguez, ha dicho que las piscinas municipales fueron rastreadas, en los dos vasos existentes, durante los días siguientes a la desaparición.

La Guardia Civil, que inició una investigación a raíz de la desaparición, ha acudido a recoger el cadáver, que ha sido trasladado al Instituto de Medicina Legal de Ávila, donde le será practicada la autopsia.

Según el alcalde, los vecinos del pueblo, de 775 habitantes, se encuentran "conmocionados" por el fatal desenlace.