Con esta muestra de dibujos deja “instantes de desprendimiento y de sencillez”, con los que quiere acercarse “a un modo de ser de nosotros mismos, más acercan a un modo de ser nosotros mismos, más respetuosos y conscientes del pasado, del presente y, sobre todo, del futuro que queremos legar a las siguientes generaciones”.

Y es que, según proclama Araus, “la herencia recibida por parte de nuestros ancestros la tierra con toda su diversidad, se halla herida de muerte”, a la vez que cuelga botellas de plástico con restos de elementos naturales con versos dentro, firmados por Miguel Velayos.

Sus pinturas son reflejo de cómo el ser humano ha tratado de “convivir en perfecta armonía con la naturaleza, imitando, incluso, sus procesos de vida y ritmos de crecimiento”, considerando el medio natural como “un modelo en el cual reflejarse”.

La exposición puede verse en la Biblioteca Pública de Ávila hasta el final de noviembre.