Tras el fuego ocurrido en la madrugada del 5 de noviembre de 2017 a causa de un fallo eléctrico en la sección de fundido, la fábrica de mozzarella comenzó a construirse a finales de junio en el mismo lugar donde se encontraba con un presupuesto de unos 30 millones de euros.

La multinacional irlandesa adquirió el terreno que tenía en alquiler, tras haberse barajado la opción de una cercana parcela propiedad de la Junta en el mismo Polígono de Vicolozano.

El Ayuntamiento de Ávila otorgó una autorización especial sobre lo contemplado en el PGOU, que permite hasta 11 metros de altura, ya que la nave alcanza los 17,2 metros.

En dos semanas estará terminada la cubierta de la fábrica, según el director de Ornua en España, Joan Bombardó. “La reconstrucción sigue su curso" y, cuando finalice la obra civil, se implantará la maquinaria, más moderna que la que había en la factoría calcinada.

El presidente del Comité de Empresa de Ornua, Antonio del Río, también destaca el avance de las obras, cuyos plazos se cumplen, con lo que enero debe instalar la maquinaria, y en febrero comenzar a familiarizarse con ella, si bien desde comienzos de octubre los empleados reciben formación.

Del Río recuerda que fue fácil el acuerdo con la empresa y el apoyo de las instituciones, para afrontar este período, lo que ha ofrecido “tranquilidad” a los 115 empleados. A finales de 2017 se acordó un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) con una vigencia de dos años, el plazo máximo de este tipo de regulación, pero que esperan no tendrá que aplicarse por entero. En este tiempo Gobierno y Ornua se hacen cargo de los salarios.