Del Domingo, 14 de Septiembre de 2025 al Miércoles, 17 de Septiembre de 2025
La Guardia Civil ha detenido a tres personas acusadas de delitos contra la salud pública y falsificación de documentos públicos: adquirían Rivotril con recetas falsificadas a un euro y lo vendían en Marruecos a más de 200 para hacer karkubi.
El delito consistía en adquirir con recetas falsas y robar pastillas de Rivotril, un ansiolítico, para posteriormente exportarlas a Marruecos, que mezcladas con otras sustancias logran producir la droga conocida como karkubi.
La investigación, que sigue abierta y podría provocar nuevas detenciones, se inició a comienzos de año al detectarse en distintas farmacias de El Tiemblo y El Barraco la adquisición, con recetas falsas, de varios envases del medicamento conocido comercialmente como Rivotril. También se detectó que en los centros médicos de ambas localidades y en la de Cebreros habían sido robados varios sellos de facultativos y talonarios de recetas médicas.
La operación Castañar comenzó al pensar que pudiera tratarse de una célula criminal perteneciente a una red nacional organizada, dedicada a la adquisición ilícita de pastillas de Rivotril, para posteriormente exportarlas a Marruecos y allí fabricar la droga de moda conocida como Karkubi, tras mezclar el medicamento con harina, hachís espolvoreado y colorante rojo en gotas.
Profundizando en las pesquisas se determinó que una mujer, que había residido hasta hacía pocos meses en la provincia, y con la activa colaboración de su pareja sentimental, se dedicaba diaria y exclusivamente a la adquisición de pastillas de Rivotril mediante recetas previamente falsificadas. Para ello, recorría periódicamente farmacias situadas en las comunidades de Castilla y León, Castilla La Mancha, Valencia, Madrid, la Rioja, Aragón y Murcia. El papel que hacía es el de ‘machaca’ o ‘mochilero’.
Recorriendo farmacias
La detención de ambos investigados se produjo el 27 de agosto en El Barraco, después de haber recorrido varias farmacias del Valle del Tiétar, el Alto Alberche y la capital abulense. Les fueron incautadas centenares de pastillas y cerca de 100 recetas médicas falsificadas, prepararas para la compra inmediata de 60 pastillas de Rivotril en distintas farmacias de la provincia de Ávila.
En total se podrían haber adquirido ilícitamente alrededor de 5.000 pastillas. Los originales de estas recetas, cuando aún se encontraban sin cumplimentar, fueron sustraídos del Centro de Salud de Cebreros.
La investigación siguió con la detención de un hombre vecino de Colmenarejo (Madrid), que pertenecía a un escalón superior de la organización delictiva, al que le considera el destinatario y receptor final de las pastillas incautadas en El Barraco.
A los detenidos se les considera autores de un delito contra la salud pública, por traficar con medicamentos; y otro de falsificación de documentos públicos.
Los datos falsos reflejados en las recetas eran muy difíciles de detectar en el momento de la dispensación de los medicamentos por parte de los empleados de las farmacias, dado que estaban impresos en recetas originales previamente sustraídas, en las cuales figuraban sus números de series legales y los referidos a facultativos en servicio activo.
Rivotril mezclado
El consumo de Rivotril bajo prescripción médica no supone ningún riesgo para la salud. Sin embargo, si se mezcla con otras sustancias para obtener la droga conocida como karkubi y se consume con alcohol, se transforma en un potente psicotrópico con peligrosos efectos secundarios, que provocan ansiedad, alucinaciones, irritabilidad y comportamientos agresivos y con grave riesgo a la salud de las personas.
Rivotril es recetado principalmente como ansiolítico para personas que sufren de pánico, cualquier tipo de fobias o como anti-convulsionante.
Según la Guardia Civil, esta nueva droga es muy popular en los estratos sociales más desfavorecidos de Marruecos, donde se vende a precios muy superiores al coste del Rivotril, por lo que las redes de tráfico obtienen considerables beneficios económicos.
En España un envase de 60 comprimidos se compra con una receta pública falsificada a un precio que ronda aproximadamente un euro. En cambio, en el mercado ilícito de Marruecos cada uno de estos envases se vende a un precio de entre 200 y 300 euros.
La operación policial ha sido dirigida en el ámbito penal por la titular del Juzgado de Instrucción número 1 de Ávila y desarrollada por efectivos de los equipos EDOA (Equipo de Delincuencia Organizada y Antidroga) y ETPJ (Equipo Territorial de Policía Judicial de la Compañía de Cebreros), pertenecientes a la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Comandancia de la Guardia Civil de Ávila.
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