Esto es de agradecer y supone un “orgullo y esfuerzo que ayuda a integrarlos en la Universidad de Salamanca”, según ha destacado Zhong Hai Zhong, presidente de la Asociación de Estudiantes Chinos, que trabaja para apoyar a la integración de los nuevos alumnos llegados de China, cuyo número “ha crecido enormemente en los últimos dos o tres años”.

La asociación desarrolla actividades culturales porque “los chinos solemos ser más tímidos”, y en ellas quieren que también participen los estudiantes abulenses, como en la cena del Año Nuevo chino que tendrá lugar en febrero. Las actividades culturales y deportivas es “una buena ocasión para comunicar y relacionarse con los estudiantes españoles.

Los alumnos chinos en el centro abulense cursan los grados de Turismo o de Gestión de Turismo, pero también otros estudian los grados de Primaria o Infantil a pesar de la barrera cultural e idiomática, según la directora de la Escuela de Educación y Turismo, Isabel López.

“El campus abulense fue de los primeros en acoger estos estudiantes mediante convenios con universidades chinas”, lo que se mantiene en el “compromiso del rector con la internacionalización de la universidad”, ha dicho la delegada del rectorado en el campus abulense, Sonsoles Sánchez-Reyes.

Desde 2005, cuando hubo dos alumnas, ha crecido el número de estudiantes, que “forman parte de la normalidad de la escuela, que ya no se entendería sin ellos”, según el subdirector, Javier Jiménez.

Trabajo docente

Hace tres años se creó un grupo de trabajo interno dedicado a “compartir experiencias entre los profesores”, y en este tiempo ha mejorado su integración gracias a una “participación creciente”, según el subdirector, Javier Jiménez, quien ha contado que se ha consultado a empresarios relacionados con este país para conocer su “idiosincrasia”.

“El trabajo que hacen los estudiantes, la relación con los profesores y los aspectos culturales” son diferentes, de ahí el desarrollo de proyectos de innovación docente.

Uno de ellos es el de la biblioteca, en la que se ha favorecido la internacionalización, la interacción y los canales de comunicación con los estudiantes chinos en Salamanca, así como traducir la señalización, celebrar sesiones formativas para analizar informaciones científicas y adquirir fondos bibliográficos, según ha indicado la coordinadora de las bibliotecas del campus, Consuelo Martín.

Antes de iniciar sus estudios, los estudiantes chinos deben de permanecer un año aprendiendo español. Son 36 semanas dedicadas a la gramática y lengua (dos horas diarias), cultura española y comunicación, en una etapa en la que se les apoya para los trámites burocráticos de empadronarse, conseguir el NIE y lograr “las habilidades educativas” necesarias para el período reglado de estudio, ha señalado Cristina Martínez, profesora de Cursos Internacionales de la USAL.

Para este año la intención es que la Semana Oriental que organiza cada curso el Máster de Estudios de Asia Oriental en Salamanca celebre una extensión en Ávila dedicada a China.

Hace tiempo se adaptaron los ordenadores al idioma chino, y el próximo paso es celebrar un taller de chino, para que profesores y estudiantes españoles aprendan el idioma oriental, que hasta ahora se les ha resistido, según han confesado ante los periodistas.