Tras interesarte por las autorizaciones para el evento, aseguran que en la mañana del viernes no contaba con permiso de la Junta, como tampoco la Confederación Hidrográfica del Tajo había dado el visto bueno.

Consideran que la prueba discurrirá por extensas áreas de ambas márgenes de la garganta, y en taludes, zonas “muy frágiles y fácilmente erosionables”, lo que supone “invadir con las motos diversas áreas integradas en la Red Natura 2000 y en zona de dominio público hidráulico y de policía, “llegando incluso en algunos tramos a tener que meter las motos por el agua”.

La prueba está organizada por el Moto Club Candeleda-Gredos con la colaboración del Ayuntamiento de Candeleda. Según la organización ecologista, es una actividad “muy lesiva”, realizada con motos que “dañan el cauce y modifican la calidad del agua y la configuración de sus riberas por vertidos de  hidrocarburos, agresión a la flora y fauna y destrucción del lecho del río”, ante lo que consideran es “incompatible con la preservación del ecosistema fluvial, la calidad del agua y el respeto al medio natural”.

También critican que es de “gravedad extrema” que una parte del circuito esté “propiamente en la zona de captación de agua para el abastecimiento de la población y en su lecho filtrante”, por lo que “no se respeta ni siquiera el perímetro de protección de la captación de agua potable, incumpliendo con ello la legislación vigente”.

A la vez, aseguran que desde la organización del campeonato tampoco se han tenido en cuenta los “innumerables perjuicios que entrañan este tipo de eventos, por los altos niveles de ruido, contaminación y las molestias para la flora y fauna existente”, como tampoco se ha valorado que es “época de elevado peligro de incendios forestales”.