Entre los dos bocetos aspirantes ya se había elegido uno de ellos, pero no se ha conocido el autor hasta que este lunes se ha abierto la plica que acompaña a la obra seleccionada por el jurado. Será la cuarta obra de Alvariño en la capital abulense, junto a la inaugurada en 2016 tras el cuarto centenario de la Santa, la dedicada a la Constitución en la plaza del Ejército y la de la Cámara de Comercio en la glorieta situada frente a la estación de autobuses.

Alvariño, que fue durante dos cursos profesor de la Escuela de Artes de Ávila, ha explicado qie la escultura de Tomás Luis de Victoria será una figura de bronce sedente de 1,56 metros, que erguida tendría dos metros de altura, y que el autor define como la de un “compositor espiritual”, “un creador cantando la música en su cabeza”.

A la hora de preparar la obra Alvariño se ha enfrentado a la “tremenda dificultad” de definir la imagen del polifonista abulense ya que sólo hay un grabado “y mucha confusión con Palestrina” sobre su rostro.

Para ello, ha “recreado” lo que supone para él el músico y “su relación con la época”. También “lo que puede acoger mejor la ciudad”, partiendo de las imágenes de “un personaje de la época, con la indumentaria y el vestido de entonces de un clérigo, con posibles influencias italianas a la hora de vestir”.

“Las imágenes que hay no son fieles, lo que tienes que hacer es recrearlo”, cuenta que le dijeron los estudiosos del músico a los que consultó a la hora de afrontar el trabajo.

Al elegir la obra, el Ayuntamiento adquiere la escultura por 36.000 para situarla en la plaza del Teniente Arévalo cuando sea remodelada.

El escultor, que destaca el buen resultado que ha dado la imagen de Santa Teresa ante su casa natal, dice que la imagen de Tomás Luis de Victoria sólo recuerda a la santa por los ropajes, si bien “no son los mismos” los del músico a los de la mística.