Así parece apuntarlo las primeras cuatro salidas, que han sumado 407 participantes en esta iniciativa encaminada a conseguir fondos destinados a la Asociación Española contra el Cáncer (AECC). Se espera superar los 4.300 euros de la pasada edición.

El primero de los relevos congregó a 168 participantes, el segundo 104, el tercero 94 y el cuarto 41, lo que supone unas cifras “espectaculares”, según los organizadores, que se han fijado como objetivo superar la participación de 2017, aunque la madrugada “siempre es un poco más tranquila, pero sin dejar de caminar”.

Según la organización, entre los primeros rayos de sol han sido los jóvenes que regresaban de las fiestas de la cercana localidad de Muñogalindo los que han tomado el relevo, a cambio de un sabroso chocolate con churros, al que ha invitado una pareja que se ha casado este año.

Desde la organización se estima que en las primeras horas del día la participación habrá sido más elevada, ya que el sol y el calor no eran tan sofocantes y permitía caminar o pedalear en mejores condiciones.

Entre los participantes han figurado en el arranque de esta edición personas procedentes de Muñopepe, La Serrada, Martiherrero, Sanchorreja, Solosancho, El Fresno, Ávila… así como de otras provincias.

El “Chaparrín Adarín” es una marcha que se desarrolla de forma ininterrumpida durante 24 horas -21.00 horas del 4 de agosto y 21.00 horas del día 5-, aunque el último relevo partirá una hora antes de que concluya. Y ello, teniendo en cuenta que una de las características de esta iniciativa consiste en ceder el testigo cada hora a un grupo diferente de personas, para que siempre haya gente caminando o corriendo a favor de esta causa.

Y lo hará, como en años anteriores, completando un circuito de cinco kilómetros que discurre en torno a esta localidad del Valle Amblés.

El emblema

En esta iniciativa, uno de los participantes de cada grupo llevará en su mano un chaparrín -encina pequeña-, como símbolo del relevo que tendrá que entregar al grupo siguiente, una vez completado a pie o en bicicleta un circuito de 5 kilómetros alrededor de Padiernos.

El chaparrín, además de ser la ‘mascota’ de Padiernos, representa, no sólo la encina pequeña, sino también la forma del municipio, según se aprecia en el escudo de la localidad.

Desde que se puso en marcha, la participación ha ido creciendo año a año, de manera que han pasado por la misma desde un niño de 3 días de vida, hasta una persona de 89 años, según ha explicado en rueda de prensa Rebollo.