Ha habido chocolate con churros para todos los asistentes, que lo han degustado con la música de la Orquesta Al-Alba.

“Ahora hay poca gente, pero tenemos preparados churros para 700 personas (a razón de cuatro por chocolate), y quizá nos quedemos cortos”, ha dicho Ildefonso, uno de los empleados de la Churrería Toresana a la hora del comienzo del homenaje, y razón no le faltaba, pues solo 20 minutos después se formó una gran cola de personas para recoger sus frituras.

“Llevamos viniendo varios años y siempre lo pasamos bien aquí”, declaran Dionisio y Justa, un matrimonio que ha acudido a la celebración. “El Ayuntamiento tiene un buen detalle con nosotros organizando esto”, y es que “a este evento cada vez viene más gente”.

La orquesta esperó a que los asientos de la multiusos acogieran más gente para empezar su interpretación, aunque lo cierto es que había poco público sentado, porque buena parte de los asistentes bailaron al son de los temas interpretados durante las dos horas que duró la actuación.