Con esto, la portavoz municipal, Montserrat Barcenilla, ha reprochado el trabajo y la “mala gestión” de Héctor Palencia, teniente de alcalde de Servicios a la Ciudad, Turismo y Patrimonio Histórico.

“El urbanismo lo han olvidado”, ha lamentado, tras destacar como la intervención de la Administración del Estado en el asunto de la propiedad de la vieja estación de autobuses ha provocado que se paralizase su derribo, cuando a finales de 2017 el equipo de Gobierno del PP aseguró que era del Consistorio.

“Ávila va a cerrar estos cuatro años de legislatura peor de como los empezó”, ya que la vieja estación, la piscina cubierta o el intento de proyecto de parking subterráneo en el lienzo norte “son ejemplo de que la gestión urbanística del Partido Popular ha sido un desastre”.

Pasados tres años del mandato “no se ha avanzado en ningún proyecto urbanístico ni en ninguna infraestructura de esta ciudad, y en el año que queda no se va a avanzar”.

Barcenilla ha recordado que el edificio de la vieja estación de autobuses tiene “un enorme potencial” por su ubicación y para el que ya propusieron una consulta ciudadana y “un proceso participativo para buscar un uso consensuado del edificio”. En su momento apostaron por el uso de este espacio como “centro de asociacionismo e iniciativas ciudadanas, un espacio donde los artesanos de la ciudad pudieran fabricar y exponer sus creaciones” compartiendo protagonismo en su planta baja como aparcamiento.

IU ha criticado la decisión del derribo que tomó el PP “vendido” a la necesidad del apoyo y el voto de Ciudadanos, “el partido que reclamó desde el inicio el derribo de la vieja estación de autobuses sin más horizonte que un solar, pues no hay dinero para levantar nada más”.