De los cerca de un centenar de inmigrantes los hay en distintas fases del programa, siendo la primera parte  de medio año en un tiempo en el que “se les ayuda totalmente”. Luego la ayuda es “mínima”, hasta que “se van buscando la vida y el trabajo”, ha explicado el presidente de la entidad, Gonzalo González de Vega.

Aparte de la acogida temporal, se les presta atención psicológica, intervención social, aprendizaje de idiomas, asistencia jurídica y traducción.

“Hay que valorar que se quedan con  trabajo y que están bastante preparados en distintos aspectos”, ha señalado al presentar el trabajo de 2017 de Cruz Roja en Ávila.

Durante el pasado llegaron a 42.500 a través de diversos programas, como el de intervención social, que contó con 7.628 beneficiarios entre menores, jóvenes o inmigrantes. “Toda persona que auxilio o ayuda ha sido atendida”, ha destacado, advirtiendo de la cronificación de los problemas en los últimos años.

“A pesar que la situación macroeconómica está muy bien, la gente que está en paro y tiene dificultades sociales para pagar la luz o el alquiler, o que tiene problemas para comer sigue existiendo”, ha manifestado.
Cruz Roja atención a 695 personas en socorros y emergencias, llevó a cabo 267 servicios preventivos. El departamento de Juventud benefició a 1.666 personas. También se formó a 1.893, se llegó a sensibilizar a 6.882 en salud y a 4.140 en medio ambiente.

Con 778 voluntarios, el número de socios en la provincia es de 4.437.