Barcenilla se ha referido a las manifestaciones en las que Sánchez Cabrera abogaba por la "prudencia" ante la decisión adoptada por el Gobierno de acoger a los 629 refugiados que viajan a bordo del Aquarius por el Mediterráneo, al considerar que esa medida "puede tener un efecto llamada".

Las manifestaciones de Sánchez Cabrera se produjeron antes de que los gobiernos autonómicos de Castilla y León y Galicia, como la Diputación abulense, por el PP, mostraran su disposición a colaborar en la acogida.

Ahora, Barcenilla ha lamentado las palabras del presidente de la institución provincial, de quien espera y desea "una pronta rectificación". Desde su punto de vista, "la prudencia a la que alude" Sánchez Cabrera resulta "tan necesaria como la prudencia que debería haber presidido y guiado sus declaraciones".

"En realidad, una llamada al miedo, a la xenofobia y a la intolerancia que ahora preside numerosos espacios de la sociedad e impulsadas, en buena medida, por la imprudencia de aquellas personas que presiden cargos de responsabilidad y que hacen del miedo a lo diferente su principal arma política", ha sostenido.

Sede de acogida

Por otra parte, Barcenilla se ha sumado a la solicitud planteada ayer por el PSOE, planteando que el Ayuntamiento de Ávila "ofrezca la ciudad como sede de acogida a los inmigrantes que viajan en el buque Aquarius en dirección a Valencia".

Al respecto, ha recordado el acuerdo adoptado por el pleno del Consistorio en este sentido, tanto en 2015, como en 2016, a partir de una propuesta de IU en este último caso.

Dicho acuerdo realizaba el ofrecimiento y colaboración de Ávila como Ciudad Acogedora de Refugiados, en coordinación con el Gobierno, la Junta de Castilla y León, la Federación de Municipios y Provincias, la Unión Europea y entidades colaboradoras.

Asimismo, ponía "a disposición de las personas migrantes y refugiadas las instalaciones municipales para su acogida", además de la gestión, a través de los Servicios Sociales, en colaboración con las entidades e instituciones interesadas, las políticas para su recepción y acogida".

Por ello, el grupo municipal de IU habla de deber "político" con lo acordado pero, sobre todo, de "deber moral, ético y humano" hacia "aquellas personas que sabemos que sufren y a las que podemos prestar una ayuda tan básica y tan vital como es la acogida".