La cajera que sufrió el atracado no ha tenido que acudir a declarar, por lo que la segunda jornada de la vista oral se ha reducido a las intervenciones de las partes y del acusado, que ya habló el primer día: “siento mucho lo acontecido. No hubiera pasado” lo sucedido “si no hubiera estado bajo los efectos de las drogas”.

“Intento rehacer una vida normal dentro de lo posible” en una prisión madrileña “sin problemas con los demás”, ha expresado.

Según el abogado de Bankia, Guillermo Segarra, el banco “no ha querido hacer pasar a la testigo por la experiencia traumática de tener que enfrentarse al atracador” con su declaración, ya que el tribunal no aceptó la posibilidad de que estuvieran separados por un biombo,

Acusado de un delito de robo con violencia en un local abierto al público, el fiscal ha rebajado la pena solicitada de seis años y siete meses, a la de tres años al tener como atenuante el consumo de sustancias estupefacientes, siendo un consumidor habitual, lo que se ha atenuado con las agravantes de reincidencia -ya que había cometido más delitos similares- y de disfraz, ya que portaba un sombrero cuando cometió el hecho.

El abogado de la acusación particular solicita cuatro años y tres meses al argumentar la agravante de multireincidencia, ya que ha sido condenado más de tres veces por el mismo delito, y del modo de la intimidación por arma de fuego.

Por su parte, el abogado defensor ha aceptado la solicitud de la fiscalía y ha pedido que se tenga en cuenta la atenuante de confesión, ya que el acusado reconoció ser el atracador en la primera sesión del juicio, y su colaboración con la Administración de Justicia.

Además ha subrayado que pistola era un detonador y que no encañonó a la cajera ni en la cabeza ni en ninguna otra parte del cuerpo, que el atraco duró menos de dos minutos, y que ni el director de la sucursal ni el resto de clientes se enteró del hecho cuando había otras ocho personas en la oficina.