“Una rayada, un mundo ficticio y apocalíptico en el que una bacteria ha infectado a todos los animales y se han convertido en bichos de charrara”: así lo define Luca García García, de 16 años, llegado desde la localidad pacense de Zafra.

Hace cuatro años vio como una artista realizaba figuras con chatarra en la feria Birdfair, en Reino Unido, y se puso manos a la obra: “mi padre me enseñó a soldar, pero es desde hace un año cuando lo hago bien de verdad”.

“No hago bocetos, improviso con lo que sale de mi cabeza” con la chatarra que recoge de los talleres, que asegura los tiene “arrasados”. “Así doy una segunda vida a la chatarra.

Comenzó con pequeñas figuras y siguió por animales de ganadería y de aves, que forman otras dos exposiciones, distintas a la que puede verse en El Herradón-La Cañada bajo el nombre de ‘Entrañas de chatarra’.

El joven artista también cuelga en la feria Ornitocyl fotografías de naturaleza que ha tomado junto a profesionales de la imagen “a modo de duelo”: “son fotos del mismo ave, el mismo día, a la misma hora y con las mismas condiciones, pero distintas”.