Cuando ya estaba anunciado que el Cristo no iba a salir hasta la rotonda a causa de la lluvia, cesaron las precipitaciones y los braceros sacaron la imagen, una representación de Cristo realizada en 1947 por el escultor Gerardo Morante para la Casa Alsina de Madrid. Fue adquirida por la entonces recién creada Archicofradía de la Real e Ilustre Esclavitud de Nuestro Padre Jesús Nazareno de Medinaceli, de la mano del franciscano padre Victoriano Rodríguez. Salió en procesión los Martes Santo desde 1948 hasta 1966, para luego volver a hacerlo en 1988.

Roberto Martín Maíz, hermano mayor de la cofradía, ha agradecido el apoyo recibido  y ha destacado la “gran veneración” con que cuenta, como así se demuestra cada primer viernes de marzo, cuando acuden miles de fieles.

“Ningún día falta alguien ante el Cristo”, ha asegurado. La glorieta con su nombre es “un homenaje” y significa que también esté “fuera del convento”. Es la rotonda situada en el cruce de la calle La Sierpe, avenida Santa Cruz de Tenerife, y calles Segovia y Virgen de la Portería.

A falta de lluvia, el Cristo ha salido y se ha descubierto un monolito con una imagen de bronce con el rostro del Cristo y las iniciales de Jesús por parte del hermano mayor de la cofradía y del alcalde José Luis Rivas. “Es un honor” para el Ayuntamiento” dar el nombre de un Cristo al que se profesa “gran devoción no sólo en esta barriada de San Antonio sino en todo Ávila”. “Cuando pasen por esta rotonda se acuerden del Cristo de Medinaceli”, ha dicho el regidor.

El monolito ha sido bendecido por el párroco de San Antonio, Timoteo Martínez, ante la presencia de unas 200 personas.