El nuevo teniente de alcalde de Presidencia y Administración Local, Óscar Arroyo, ha tomado posesión de su cargo en sustitución de Rubén Serrano, señalando que su objetivo a partir de ahora, y teniendo en cuenta las controvertidas relaciones con la plantilla en la negociación de la nueva RPT, será tratar de "templar gaitas".

De esta manera, y nada más convertirse en nuevo concejal de la corporación, ha echado mano de su condición del pianista y director del Conservatorio Profesional de Música Tomás Luis de Victoria, para avanzar lo que va a ser su gestión en el año que resta de mandato.

“Mi intención va a ser, como buen músico, templar gaitas; intentarlo por lo menos. Calmar un poco los ánimos y sentarnos a dialogar y escuchar, sobre todo escuchar mucho”, ha resumido a los periodistas Arroyo.

Su toma de posesión ha vuelto a contar con la presencia en el salón de plenos de los representantes de los trabajadores que, ataviados con camisetas rosas, han vuelto a ser desalojados por el alcalde, al ponerse de pie y de espaldas cuando ha tomado la palabra la teniente de alcalde y portavoz del equipo de gobierno, Patricia Rodríguez.

Además, en ese momento, ha sido visible el malestar que ha causado en el regidor el ruido que han hecho los representantes de los trabajadores mientras Rodríguez estaba en el uso de la palabra.

Mientras, en el exterior, varios miembros de la plantilla han vuelto a dificultar el seguimiento del pleno, debido al ruido que han realizado con silbatos y vuvuzelas durante la primera media hora de la sesión.

Tras jurar el cargo y olvidarse inicialmente recoger la medalla que le ha impuesto el alcalde, José Luis Rivas le ha dicho: "que disfrutes de este cargo, que a veces es lo que nos falta a todos".

Por su parte, el nuevo teniente de alcalde ha comentado que tratará de "calmar un poco los ánimos" y sentarse a "dialogar y escuchar mucho", ya que necesita "un poco de tiempo, tomar contacto, conocer cómo está la situación y escuchar a todas las partes".

Uno de sus primeros pasos será convocar "en un periodo muy corto de tiempo" las mesas de negociación sindical, con el objetivo de "conocer las necesidades y refrescar las relaciones".

"Para que haya avances, tiene que haber calma y sosiego, ya que desde el sosiego se suelen alcanzar acuerdos", ha argumentado Óscar Arroyo, que ha dudado que las posturas entre ambas partes estén tan lejanas, si bien ha precisado que "hay una cuestión de fondo que habrá que tratar".

No es un marrón

Además de "escuchar a los trabajadores" y estar "pendiente de sus reivindicaciones" para tratar de "alcanzar un punto en común", el teniente de alcalde ha negado que el nuevo cargo sea "un marrón", tal y como señaló hace unos días el portavoz municipal de Ciudadanos, Marco Antonio Serrano.

Desde su punto de vista, "no se debe definir nunca como un marrón, arrimar el hombro en un proyecto común como el Ayuntamiento".

Asimismo, ha reconocido que en el año que resta de mandato "no es mucho seguramente lo que se puede hacer", aunque aportará en este tiempo "todo lo que esté" en su "mano".