El padre Laya, como popularmente se le llamaba, era natural de la localidad soriana de Huérteles, y llegó a Ávila en 1975, donde permaneció en la comunidad de los dominicos hasta 2014, cuando fue destinado a Extremadura. Meses después regresó ya enfermo a la que había sido su casa para cuidarse y recibir el cariño de vecinos y amigos.

Su capacidad social y de comunicación le llevó a ser conocido más allá de los límites del barrio y de la parroquia. Desde el Obispado se ha destacado cómo ha dejado "una profunda huella entre quienes le conocieron" como párroco durante muchos años y prior durante otros tantos. "Será siempre recordado por su afabilidad, su don de gentes y su gran capacidad comunicativa".

También será recordado por los alumnos del Colegio Medalla Milagrosa (Hijas de la Caridad), de donde fue capellán. Acercar el Evangelio a los jóvenes fue una de sus intenciones: "una inquietud que fue siempre la constante de su vida pastoral", se ha destacado desde el Obispado. Esto le llevó a promover los grupos juveniles del CAST de Santo Tomás, que crearon "una verdadera comunidad fraterna entre los numerosos chicos y chicas que participaban de ellos". También en este sentido puso en marcha hace más de 20 años la radio parroquial Radio Veritas, "concebida como punto de información, pero también como punto de encuentro entre los jóvenes".

Cuando era prior de Santo Tomás, en la inauguración de una vanguardista exposición artística, presentaba el convento de los dominicos como un “lugar abierto a la cultura, al saber, a la confrontación ideológica y a la ciencia”, en memoria de la universidad que claustros albergaron hace siglos.

En su muro de Facebook, donde Laya colgaba sus fotos, Marisa Blanco ha escrito una despedida al sacerdote: “Nunca te diremos adiós, porque te llevaremos siempre en nuestro corazón, tu testimonio de Dios durante toda tu vida, es un ejemplo valioso para nosotros”.

“Hoy estamos muy tristes -continuaba, pero nos reconforta saber que celebrarás Pentecostés, nada menos que en presencia de Dios. Intercede por nosotros, pobres pecadores, para que nos podamos reunir nuevamente. Nuestro más sentido pésame a la familia dominica y a todos cuantos le han conocido y sienten como nosotros su pérdida. D.E.P. Querido Rafael Laya”.

La capilla ardiente se encuentra instalada en la sala Berruguete del Real Monasterio de Santo Tomás. El funeral se celebrará el viernes en el monasterio (11,30 horas) antes de recibir sepultura en el cementerio de Ávila.