La historia de la despedida de un camello de una clienta, ‘Australia’, es la premiada en El mejor cortometraje de la séptima edición de Avilacine surgió de uno de los personajes del largometraje del director Lino Escalera ‘No sé decir adiós’. La idea apareció en uno de los momentos, durante cinco años, en que el proyecto del largometraje queda aparcado.

“Sabíamos tanto de los personajes que podía salir una historia aparte”, ha dicho el director, que ha recogido el premio junto con el productor, Sergy Moreno.

Precisamente la protagonista del corto premiado es Nathalie Poza, que ha sido designada como mejor actriz en Avilacine y que en los últimos Goya se llevó ese premio por ‘No sé decir adiós’, de donde surgió ‘Australia’. Poza no ha acudido a recoger el galardón por estar en participando en una función teatral. También el premio al actor, Ferrán Vilajosana, ha ido a parar a esta producción.

El premio del público ha sido para ‘Ainhoa’, de Iván Sáinz-Pardo, un corto que se presenta como un cuento que trata de despertar a los adultos.

El mejor corto de animación, premio que también se llevó en los Goya, ha sido para ‘Woody&Woody’, de Jaume Carrió, que al recoger el premio, junto a la guionista Laura Gost, ha dicho que le gustaría que Woody Allen viera la producción.

La mejor banda sonora original ha sido para Pascal Gaigne en ‘Paraíso azul’; mientras que ‘Dichoso aquel’, de María Guerra, es el corto premiado como mejor producción de Castilla y León, y ‘Big data’, de Javier San Román, el mejor de Ávila. El jurado ha elegido entre los 39 cortometrajes proyectados desde el lunes entre los 828 presentados al certamen.