El historiador Enrique Guerra López y la covachera Aurora Fernández Fernández firman ‘Al sur de Gredos. Cuevas del Valle. 1936-1950’, que refleja la peculiaridad de una localidad que queda en el bando republicano en los primeros meses y se ve inmersa en el frente del puerto del Pico, para después sufrir la represión hasta muchos años después del final de la contienda.

“En Cuevas del Valle es impensable que pasará lo que pasó si no se hubiera producido el golpe de estado”, dijo en la presentación el escritor covachero Santos Jiménez, autor de la novela, ‘Cobalverde’, dedicada a ese tiempo histórico en la localidad.

“Antes del golpe militar en estos pueblos al sur de la provincia de Ávila estaba llena de gente en espera de un jornal” con “las esperanzas puestas en las reformas republicanas  para mejorar algo, aunque fuera solo un poco de las condiciones miserables en la que vivían un gran número de personas”.

La represión, después de un agosto de 1936 en “respuesta de ira y furor”, es detallada en la obra con nombres y apellidos fruto de una investigación en los archivos y “en la cabeza de las personas mayores”

Asegura que Cuevas del Valle es un caso peculiar que “no puede servir de referencia en relación al resto del país” porque “todo fue desproporcionado”, ya que hubo “alrededor de cien muertos de una población de un millar de habitantes, entre ellos mujeree, niños y ancianos”. “Trece de esos muertos fueron de derechas dan idea de otra desproporción”, destaca.

En las páginas del libro, publicado por Ediciones Silente, se parte de las organizaciones políticas que había en Cuevas, para relatar la sublevación, la organización de la resistencia, la detención y fusilamiento de personas de derechas, así como la lucha en el puerto del Pico, tres oleadas de represión, y la detención y muerte de los retornados al pueblo.