Para ello, ha contado con los fondos aportados por Bankia en Acción (3.200 euros) y Fundación Caja de Ávila a través del programa Red Solidaria 2017, lo que ha contribuido a incorporar un panel interactivo que ofrece la posibilidad de convertir la voz en colores y combinar diferentes estímulos con diversas respuestas.

El panel también puede ser activado a través de un dado interactivo que permite desarrollar la comunicación, la relación causa-efecto, combinar estímulos y respuestas a través de los colores, la música, el tacto y la luz.

Se trata de un recurso muy apropiado para trabajar con personas que presentan disminución visual o auditiva ya que permiten estimular de forma controlada todos los sentidos así como trabajar la atención o la estimulación táctil.

La aportación económica también ha permitido incorporar un mazo de fibras ópticas. Y es que los cambios de color a lo largo de las fibras favorecen la atención y el enfoque del usuario. Además, el contacto de la fibra ayuda a percibir las  diferentes partes del cuerpo.

El pasado año, la entidad bancaria ya contribuyó con otra aportación económica a dotar de productos y tecnología la sala multisensorial de este centro que está permitiendo el desarrollo de terapias de estimulación que benefician a todos los usuarios del centro, tanto personas con discapacidad como mayores.

La sala está dotada de colchones de viscoelástico para realizar sesiones de relajación así como para el desarrollo de distintos tratamientos terapéuticos, columna de burbuja para estimulación visual o basal como la vibratoria, un puff postural, un equipo de música para la reproducción de música ambiental, un proyector de disco y diferentes objetos para la estimulación visual.