El individuo se identificaba como empleado de una conocida empresa en la que trabajó durante un tiempo. De 35 años y con antecedentes policiales, está acusado de un presunto delito de apropiación indebida y estafa.

Los hechos sucedieron a lo largo de un mes, cuando inició un recorrido por diversos almacenes de material de construcción y herramientas de la capital haciendo compras.

A la hora de pagar se identificaba como empleado de una empresa del ramo afincada en la capital para cargar las facturas. Actuaba así a sabiendas de que por su actividad habitual la citada empresa contaba con una cuenta abierta como cliente.

Cuando la compañía recibió los cargos procedió a denunciar los hechos ante la Policía Nacional, quien tras recopilar información sobre la actividad del acusado, reconstruyó la ruta seguida e hizo acopio de las facturas, así como de otras evidencias que permitieron acreditar su vinculación con las estafas.

La investigación también llevó al esclarecimiento de otro delito de apropiación indebida cometido por la misma persona, quien consiguió un taladro profesional, valorado en 1.500 euros, en otro establecimiento de alquiler de herramientas, en el que transcurrido el plazo de arrendamiento no procedió a su devolución.