El desfile procesional del entierro, del Viernes Santo, salió pese a la ventisca en compañía de un centenar de personas, entre vecinos (80 censados) y visitantes. Dos horas después alguien avisó de que cinco cruces de granito piedra se encontraban en el suelo, en la carretera AV-P-108, por la que se entra en Vega de Santa María desde la Nacional 403, que dista 500 metros.

“Dos cruces están completamente destrozadas y que no pueden recuperarse, dos de ellas podrán colocarse de nuevo, y otra no sabemos hasta que no la pongamos en pie”, ha relatado Juan Carlos Jiménez, vecino e hijo el octogenario alcalde. El hecho se ha denunciado ante la Guardia Civil y cuenta con el precedente ocurrido en Navidad, cuando echaron abajo otra cruz que luego pudo levantarse.

“Acabamos  a las 21,30 horas la procesión y a las 23,30 me avisaron que las cruces estaban en el suelo. Creemos que es un acto vandálico de gente de fuera”, ha explicado Jiménez,  quien ha destacado el valor de unas cruces de las que “hay en todos los pueblos” y que son muy antiguas y se desconoce cuando fueron talladas.

Para Jiménez, se trata de un “un ataque contra el civismo, la educación, el respeto y la convivencia”.