Jesús Sánchez Santos falleció el domingo y la primera levantada del paso del Cristo de Medinaceli ha corrido a cargo de su esposa como recuerdo a quien ayudó a recuperar en 1988 la procesión de Medinaceli, que había dejado de salir en 1968.

La Archicofradía de la Real e Ilustre Esclavitud de Nuestro Padre Jesús Nazareno de Medinaceli ha partido con numerosos penitentes poco después de las 21 horas desde la Catedral.

Morado en la túnica y dorado en la capa, han acompañado al paso de San Pedro llorando, al Cristo de Medinaceli -con nuevos adornos de los respiraderos-, al Nazareno del Perdón, Calvario, Virgen del Mayor Dolor y Virgen de las Lágrimas -con un nuevo puñal- en la procesión que ha gozado de la mejor temperatura de esta Semana Santa.

El público la ha presenciado en todo el recorrido, pero sobre todo en la plaza de la Catedral, en el Paseo del Rastro con la muralla de fondo, y en el arco de La Santa, donde el paso de Medinaceli, que es llevado a hombros, debe ser soportado de rodillas.

Es el tercer año con este itinerario. La comitiva, que bajó por calle San Segundo hasta el Rastro y la plaza de La Santa, subió luego hasta la plaza de Pedro Dávila para regresar al templo catedralicio, acompañada de las bandas de Medina del Campo de la Oración en el Huerto y del Amarrado a la Columna, y la de Las Tres Caídas, de El Escorial.

El Cristo de Medinaceli cumple 70 años desde el primer Martes Santo en que participó en la Semana Santa, por eso el domingo fue trasladado en procesión desde la iglesia de San Antonio a la Catedral.