Las reservas se encuentran un punto y medio por encima de las existentes el año pasado, razón por la que las restricciones se mantienen para los riegos que afectan a las aguas superficiales.

La creación de comunidades de regantes implica ahorro de costes y “flexibilidad de usos que facilita la rotación de cultivos y fórmula de gestión colectiva tutelada por la Administración pero con estatutos propios”, según ha explicado en una jornada informativa celebrada en Cabezas de Alambre.

Además de las de menos de veinte usuarios o por convenio, en toda la cuenca ya hay una treintena de comunidades de regantes en proceso de constitución, para superficies de regadío comprendidas entre las 500 y las 4.000 hectáreas, de las que seis se hallan en la masa de Medina del Campo (Valladolid), que afecta a La Moraña.

Las comunidades “son esenciales para lograr un uso racional de los recursos y para la mejora de la productividad  de las explotaciones”, ha señalado.

En su intervención, González Santos ha explicado aspectos concernientes al régimen jurídico del uso de agua para riego, donde existen diferentes tipos, ya sean de derecho privado o concesiones, a las posibilidades de modificar sus características y a los aprovechamientos.

Respecto al estado de la masa de agua de Medina del Campo, a la que pertenece desde el punto de vista hidrogeológico la zona del norte de Ávila, el comisario ha señalado que experimentó un considerable descenso de sus capas freáticas por sobreexplotación en los años 80 y 90, y aunque “tuvo una mejora en la primera década de este siglo y ahora observamos que los niveles siguen a la baja”.

Medidas de protección

Los piezómetros ubicados en el entorno indican que se ha dejado sentir el efecto de la sequía, de ahí que el Plan Hidrológico de la cuenca del Duero establezca medidas para proteger esta masa de agua y las otras tres del centro de la demarcación -Los Arenales, Tierra del Vino y Tordesillas-, sobre todo en términos cuantitativos.

En la reunión ha participado más de medio centenar de regantes de la comarca de La Moraña, a los que se ha informado, junto a la constitución de comunidades de usuarios, de las alternativas que pueden considerar los propietarios de pozos y sondeos.

El presidente de la Diputación, Jesús Manuel Sánchez Cabrera, ha resaltado que esta jornada responde a las necesidades planteadas por ayuntamientos de la zona en torno a los riegos, mientras que el alcalde de Cabezas de Alambre, José Antonio Rodríguez, ha incidido en la limitación que se está realizando de las concesiones de agua a los regantes, como consecuencia de la escasez, y de las modificaciones normativas que se han experimentado, ya que en la zona se riega con sondeos.

Al respecto, el comisario de Aguas ha subrayado que la situación técnica de la cuenca continúa siendo de sequía, pese a los episodios de avenidas que se han experimentado.

De la misma forma, ha subrayado la necesidad de que las explotaciones se adecuen a la normativa en relación al uso del agua y las licencias concedidas, con el objetivo de no sobrecargar el acuífero y mantener el recurso existente.

Estas pautas, según la subdelegada del Gobierno, María Ángeles Ortega, aparte de obligatorias, deben seguirse “con el objetivo de avanzar en la necesaria concienciación en torno al uso de un bien que cada vez es más escaso”.