La era de la ecología
Esta realidad que vivimos tiene su lado bueno y su lado malo. No hay duda de que es cierto, cada vez nos preocupamos más de cuidar lo que tenemos. Sin embargo, cambios de pensamiento tan positivos también ocultan algunos puntos negativos que, aunque sea con brevedad, está bien que mencionemos, porque es necesario tenerlos en cuenta para evitar que empañen algo que nace de buenas intenciones.

Y es que, por un lado, hay quienes en su empeño de amar a la naturaleza se olvidan de hacer lo mismo con las demás personas. Algunos tienen problemas personales que les hacen tener sentimientos negativos que necesitan enfocar en alguna dirección, mientras que otros son personas que dedican su vida a hacer de este mundo un lugar un poquito más bueno, y a veces encuentran motivos para tener un momento de duda y pesimismo.Lo importante es no caer en ello: se puede amar al planeta y los animales sin necesidad de odiar a nadie.

Por otro lado, no son pocas las estafas y engaños que surgen para aprovecharse de que ahora la ecología está cada vez más “de moda”. A menudo por querer llevar una vida más respetuosa con nuestro entorno nos terminan colando unos timos impresionantes, que en ocasiones ni siquiera están bien elaborados.

Así pues, con respecto al ecologismo es necesario mantener una cierta racionalidad. Los sentimientos tienen mucho que ver con el deseo de ayudar a que el mundo sea un lugar mejor, y eso es bueno, pero si nos dejamos cegar podríamos terminar siendo eso mismo que nos entristece ver, o víctimas de estafas que explotan las buenas intenciones. Evitar los extremos es el camino más prudente: no confíes sin más, ni aceptes de buen grado odiar a nadie.

¿Entonces los cepillos dentales de bambú son buenos?

Sí. En este caso son varias las ventajas demostrables que presenta el bambú frente a otros materiales como el omnipresente plástico. De hecho, el bambú es muy versátil y recomendable en una cantidad de aplicaciones que rivaliza con las de dicho derivado petrolero. Pero hoy nos vamos a centrar en las relacionadas con la higiene dental. Cabe señalar que para hacerte con este producto y otros muchos eco-friendly existen webs fiables que tienen como premisas el compromiso con la sostenibilidad y la calidad de sus servicios, entre otras, están páginas de valor ecológico como https://www.cosmeticanaturalecochic.com

Producción totalmente ecológica

La ventaja frente a plásticos es obvia, siendo estos derivados del petróleo cuya producción es dañina para el medio ambiente. La transformación del bambú, en contra de la de plásticos, supone la absorción de CO2 en lugar de su emisión. Pero es que el bambú destaca incluso entre otros recursos vegetales, ya que sus propiedades autolimpiadoras, antibacterianas y otras, hacen que en su cultivo no sea necesario el uso de pesticidas, fertilizantes u otros productos químicos. Su adecuación para ser utilizado también es más sencilla que en el caso de otras maderas. Otro aspecto a su favor es que su producción resulta sostenible gracias al rápido crecimiento de esta planta.

Uso seguro y duradero

Ya hemos hablado de que cada vez más personas nos preocupamos por reducir nuestro impacto negativo en la naturaleza, pero muchos de los pasos a dar deben darse con cuidado, pues podríamos terminar por hacernos daños a nosotros mismos. El ejemplo más conocido es seguramente el de la dieta vegana; bien diseñada se puede hacer, es muy sana y además puede llegar a sorprender la diversidad de platos y sabores que pueden disfrutarse. Sin embargo, llevar a cabo un cambio tan tremendo sin tomar precauciones e informarse como es debido puede derivar en numerosos problemas de salud.

El temor en ese sentido también se da en otros cambios que podemos realizar. Solo imagina que tu nuevo cepillo eco hiciera que tus encías empezaran a sangrar, o dañara el esmalte de tus dientes. Claro está que ninguno queremos que nos suceda algo así. Por eso es toda una suerte contar con los cepillos de bambú, porque este material no entraña ningún riesgo para nuestra salud; al contrario, tiene ventajas como la vida útil de estos cepillos. Los de plástico no suelen durar más de tres o cuatro meses, en los mejores casos. En cambio, un cepillo dental de bambú dura como mínimo ese tiempo, pudiendo llegar casi al año sin tener que cambiarlos. Es decir, que no solo ahorramos daño a la naturaleza, sino que lo haremos ahorrando nosotros dinero. Además, gracias a la suavidad y propiedades de las cerdas de bambú tendrás unos dientes limpios y sanos sin tener que sufrir incomodidades en su limpieza.

Reciclado sencillo y completo

El bambú es un producto biodegradable, por lo que no da ningún problema en ese sentido. Su uso también reduce la cantidad de plásticos que desechar, y por tanto la grave contaminación que esto genera y los sufrimientos que causa a animales, en especial marinos. Lo más frecuente a la hora de reciclar estos cepillos es romper el cabezal y aprovechar el mango, cuyos usos van desde su adición al compost empleado en plantaciones ecológicas hasta su uso como palos de helados caseros.