El autor, que ha presentado su última obra, ‘El fuego invisible’, ha calificado de “intensa” su relación con los lectores, toda vez que acude a las ciudades en las que estos se encuentran, caso de Ávila.

Autoconsiderado un “neotrovador” para los lectores del siglo XXI, ya que cuando publica un nuevo título va “de plaza en plaza”, Javier Sierra ha señalado que la ciudad de Ávila y el misticismo que le sugiere están muy relacionados con su obra: “amurallada, en medio de un páramo y fría, muy fría”, puede ser un escenario para dar lugar a “ensoñaciones” y “delirios místicos”, ha afirmado.

Y si tuviera que acercarse a la mística abulense por excelencia, Santa Teresa, “nunca lo haría frontalmente”, sino que probablemente utilizaría “a alguna de sus hermanas de las fundaciones”.

Hablando de historias, ha señalado que cuando acaba una novela se deja mucha información sin utilizar que le puede dar pie a nuevas historias.

De momento, se encuentra presentando ‘El fuego invisible’, una novela “de historias nuestras, de España” que, en su opinión, “esconde muchos personajes comunes” y en la que, como ocurre en sus historias, seguidas por miles de lectores, no faltan la historia, los enigmas o el “sentido de la trascendencia”, mezclados en este caso con “un propósito filosófico”.