Por este motivo, el concejal de esta formación, Gregorio García González, ha explicado que no acudió al acto de inauguración de un edificio del centro Casta al que había sido invitado.

El edil considera “lamentable” que una empresa como Domus Vi, con 153 centros en España y más de 19.000 trabajadores, no cuente en Arévalo con “personal de seguridad que vele por la seguridad, salud e integridad física de los trabajadores que desarrollan su labor diaria con pacientes de diferentes niveles de agresividad”.

En este sentido se refiere a que en la noche del 4 al 5 de diciembre tres residentes se amotinaron durante varias horas, lo que obligó a intervenir a la Guardia Civil y a la Policía Local, además de a los Servicios de Emergencia 112.

Según el concejal, la representación sindical del centro trasladó el problema al alcalde de Arévalo, Vidal Galicia; Subdelegación del Gobierno; Junta de Castilla y León; e Inspección de Trabajo.