Según se definió al otorgar el galardón, dotado con 3.000 euros, la novela se caracteriza por “una sólida estructura narrativa y muestra los valores en la historia de una mujer al borde del abismo”.

Es una novela “perfectamente ordenada, dentro de un planteamiento temporal lineal y un único argumento en torno a la evolución personal de su protagonista”, con un  lenguaje “claro, sin efectismos inútiles y sin estridencias”, en un relato “construido de una manera eficaz para la narración y a veces con cierta poesía”.

Los valores que la novela desarrolla, que son uno de los requisitos esenciales del certamen, “se muestran de forma clara y natural en el mismo desenlace de la narración”, con “la historia de una mujer al borde del abismo, de la autodestrucción, que es capaz de superarse gracias a las relaciones familiares, el amor por sus hermanas, que luego se convertirá en amor a otras personas, la bondad, la superación personal, la generosidad y la felicidad que encuentra en ayudar y trabajar con otras personas para mejorar su condición y finalmente la humildad”.

El jurado consideró que es “una lectura edificante por la autenticidad de los personajes y de la historia que se cuenta”.