El antiguo director de la Escuela de Policía, José García Molina, ha desgranado los principales retos que “amablemente” cede a Tejedor para su gestión: el primero se refiere al ‘overbooking’, el aumento potencial de alumnos de 3.200 a 4.000 en el próximo año, con las instalaciones actuales. El segundo reto mencionado ha sido la colaboración con policías locales de Castilla y León y Madrid o con la Agencia Tributaria.

El estrenado director ha asegurado que se enfrentará a los retos “con ilusión, ganas, un poquito de preocupación” e “imaginación”, porque “si fuera fácil, lo podría hacer cualquiera”. No ha querido incidir en las carencias del centro, defendiendo que se sacará adelante el trabajo “con los medios de los que se dispone”.

En cuanto al overbooking, hay sobre la mesa un proyecto de ampliación del centro, aunque no será ejecutado en su totalidad a medio plazo: se trata de la construcción de “dos módulos nuevos de residencia” para los alumnos.

Toma el relevo a José García Molina, quien desempeñó la función de director durante los últimos dos años con “orgullo”. García Molina ha destacado las labores que Tejedor ya ha desarrollado en la Escuela, así como sus dotes de mando de unidades policiales, lo que le infiere “prestigio en Ávila y el entorno de Castilla y León”.