Se trata de una de las intervenciones realizadas por el Seprona de la Guardia Civil, cuyos agentes han intervenido seis trofeos de caza en varios casos de prevención del furtivismo. En ellos han formulado varias denuncias a una taxidermia y al propietario de los trofeos, además de al guarda.

En estos servicios de vigilancia y control en prevención de la caza furtiva, dentro del marco de la orden anual de caza, se han levantado diversas actas-denuncias por tenencia y posesión en un taller de taxidermia de cinco trofeos: uno de un ciervo y cuatro de gamo, sin que tuvieran documentación o autorización que acreditase su legal procedencia.

El caso ocurrido en el coto de caza del Asocio, en el Valle de Iruelas, fue gracias a la colaboración ciudadana. Allí se aprehendió un trofeo de ciervo que había sido abatido unos instantes antes y al que no se le había puesto el precinto correspondiente.

Fue abatido por una persona que llevaba a cabo labores de guarda de la zona acotada sin que estuviera habilitado para ello, al que se le intervino una escopeta de caza, que ha sido depositada en la Intervención de Armas de la Guardia Civil de Ávila.

Los trofeos aprehendidos se han trasladado al Servicio Territorial de Medio Ambiente de la Junta.

Las actuaciones realizadas han sido puestas en conocimiento de la Delegación Territorial de la Junta por infracciones a la Ley 4/96 de Caza en Castilla y León. Y en el caso del hombre que ejercía de guarda sin permiso, ha sido trasladado a la Subdelegación del Gobierno por una infracción cometida a la Ley 5/2014 de Seguridad Privada.