La iniciativa surgió de los scouts de Austria. Cada año, el movimiento scout elige un chico de un país distinto, que viaja hasta la cueva del nacimiento, en Belén, para recoger la ‘Luz de la paz’. La llama llega hasta Viena, donde enciende las velas de los representantes de cada uno de los países en los que el movimiento scout tiene presencia.

En España, cada región envía un emisario para recoger la luz con el fin de distribuirla por todos los rincones. En la Parroquia de la Sagrada Familia, sede del Grupo Scout San Antonio, ha tenido lugar el acto en el que los participantes se han llevado una vela con el propósito de les ilumine en Navidad.