El pleno del Ayuntamiento ha rechazado dos propuestas referentes al derribo y futuro de la antigua estación de autobuses.

Desde Trato Ciudadano, Rubén Arroyo proponía que se pospusiera la demolición del edificio hasta tener estudiada una alternativa. Según el portavoz, el pliego de condiciones que se presentó, junto a la decisión de derribar la instalación, demostraba “prisa y dejadez”, además de partir de una premisa “falsa”: que la estación presenta un estado de “ruina”.

Javier Cerrajero se ha mostrado de acuerdo: “la Comisión de Servicios a la Ciudad no decidió nada”, se ofreció el pliego “con la decisión tomada”. Por su parte, Izquierda Unida señalaba que el edificio aún no se ha cedido al Ayuntamiento, por lo que continúa siendo propiedad de la Junta de Castilla y León.

Por su parte, Marco Antonio Serrano, de Ciudadanos, rechazaba las alternativas arguyendo que para las propuestas mencionadas haría falta mucho más que 200.000 euros, cifra subvencionada por la administración regional para la demolición.

El otro grupo que se ha opuesto a la moción de Trato, el Partido Popular, ha dejado claro por boca de su portavoz, Patricia Rodríguez, que el único interés de la formación al presentar esa iniciativa era “no ver más allá de proteger edificios sin valor que no suman sino que entorpecen” la creación de nuevos espacios.

Finalmente, se ha rechazado con 11 votos a favor y 14 en contra, exactamente los mismos y en el mismo sentido que la propuesta siguiente, esta vez del Grupo Municipal Socialista.

Los socialistas han planteado al pleno del Ayuntamiento que el porvenir de la estación de autobuses quede en manos de la opinión ciudadana, que se someta a encuesta el futuro que los abulenses esperan de la instalación.

UPyD, Izquierda Unida y Trato Ciudadano se han sumado a la idea, mostrándose de acuerdo con la importancia de la participación ciudadana.

Marco Antonio Serrano, sin embargo, ha explicado que a pesar de que sea buena idea abrir el debate a la participación ciudadana, se deben tener en cuenta los proyectos en mente que tiene, entre otros Grupos Municipales, Ciudadanos, que pretende convertir el espacio disponible tras el derribo en un “centro de innovación”.

Por su parte, Patricia Rodríguez ha dejado clara “la postura del equipo de Gobierno”. Mantienen la voluntad de derribar la instalación porque si no, sería “un coladero de dinero”.

Se han presentado un total de 10 mociones al pleno. Una de ellas se ha reconvertido en una declaración institucional contra la violencia de género y otra ha sido rechazada.