La señalización instalada, que obligaba a los vehículos a subirse a la acera y a los peatones a cruzar por un lugar distinto al habitual, ha durado un día. Ahora se ha decidido cortar directamente el tráfico rodado de una calle muy transitada y que une dos zonas de la ciudad.

Al día siguiente de comenzar los trabajos, desde el Ayuntamiento se argumenta que “con motivo de aumentar la seguridad tanto de vehículos como de peatones en la zona, así como por razones técnicas”, la calle se corta a las 15 horas del viernes.

El Consistorio también habla del “avance de las obras”, pero en realidad tal progreso no es mucho, ya que empezaron el jueves. La previsión es que se prolonguen durante un mes.

El corte durará “hasta la finalización de las obras” o hasta que “las circunstancias así lo aconsejen”, según la Policía Local, que habilitará el acceso a esta calle para carga y descarga, para entrar en garajes y puntualmente a empresarios que tengan que acceder a la zona.

Más de un peatón se ha llevado un susto durante el día y medio que ha durado la medida, mientras que a los conductores se les ha visto dudar al llegar con su vehículo a la zona.