El incremento de la siniestralidad “está derivado de la mayor productividad”, si bien “tenemos que ser conscientes que pueden existir otros factores que se analizan en el Consejo Regional de Salud en su informe anual”, ha dicho la directora general, que ha apostado por medidas preventivas y campañas especificas para reducir los riesgos.

Los accidentes laborales son este año en Castilla y León un 3,87%  más que en 2016, con 27 accidentes mortales, diez no traumáticos y cinco derivados de accidentes de trabajo en misión.

En el caso de Ávila, este año se ha registrado un accidente mortal frente a los dos de 2016.

Según la directora general, ante el incremento de la siniestralidad “es necesaria la investigación de los accidentes no sólo por las administraciones sino por los propios empresarios”.

“Cuando se lleva a cabo una investigación no se trata de buscar el sujeto culpable, sino de analizar por qué y qué medidas no se han adoptado para tomar medidas preventivas adecuadas y correctoras, y evitar que ese riesgo vuelva a producirse”, ha expresado Sanz en un curso organizado por la Oficina Territorial de Trabajo y Mutua Universal titulado ‘Investigación de accidentes de trabajo. Metodología e implantación’.

El curso se enmarca en el fomento de la investigación de los accidentes de trabajo incluidas en las medidas de Estrategia Regional de Empleo 2016-2020, con la intención de ampliar la cultura preventiva y la formación a las partes implicadas.