Una veintena de trabajadores, los de oficinas, llevan a cabo sus tareas en un hotel de la capital abulense mientras que los empleados de producción se encuentran en sus domicilios, de acuerdo al Plan de Continuidad del Negocio.

Según fuentes de la compañía, ya se estudian posibles ubicaciones para buscar una sede provisional a la empresa en Ávila, para lo que se esperan instrucciones de la sede irlandesa de la compañía ante las opciones que se barajan.

Tanto la zona de producción como la de oficinas quedaron destruidas por el fuego ocurrido en la madrugada del domingo. El humo continuaba saliendo en la jornada del miércoles, por lo que sólo los bomberos han podido acceder al interior de la factoría, a la espera de que acceda la Policía y los peritos de las compañías aseguradoras, que han podido tomar fotos desde el exterior.

Prácticamente quedaron destruidas todas las instalaciones, ya que sólo quedó a salvo la planta de tratamiento de agua y los depósitos, que se encuentran a la izquierda de la entrada a la factoría, situada en la calle Murcia del Polígono de Vicolozano.

Por motivos de seguridad, las instalaciones permanecen cerradas y todavía pasarán varios días antes de que los equipos de evaluación puedan apreciar  en profundidad el alcance de los daños.

La empresa ha anunciado que sigue comprometida con sus empleados y sus representantes, por lo que seguirá pagando al personal hasta que se formule un plan a largo plazo para el negocio.

 
Desde la empresa se destaca que el Plan de Continuidad del Negocio de Ornua permite no paralizar la actividad ante una “situación catastrófica”, entre cuyas medidas se encuentra la labor del personal en España y en Europa para garantizar que se cumplan los requisitos de los clientes.

Respecto a los ganaderos que entregaban la leche en la ganadería, han asegurado que cumplirán los contratos.

Ornua ha agradecido a sus empleados su dedicación y capacidad de recuperación, a la vez ha destacado el arduo trabajo de los servicios de emergencia, así como la asistencia y el apoyo del Gobierno, la Junta, Ayuntamiento y Cámara de Comercio. También a los vecinos del polígono por su “paciencia y apoyo”.