La investigadora Susana Lagüela, doctora en ingeniería de Minas por la Universidad de Vigo y termógrafa por el Infrared Training Center (Suecia),  ha sido elegida para dirigir la cátedra, que estará dedicada a desarrollar “una herramienta integral para gestionar tanto la producción como la demanda energética relacionadas principalmente con las energías renovables según la disponibilidad de cada zona”.

Se trata “de un avance, tanto en la gestión de la red eléctrica como en el plano investigador por el desarrollo de modelos predictivos de la disponibilidad de cada fuente energética partiendo de información adquirida principalmente con teledetección".

Esta cátedra es común en Europa y  a Iberdrola por la puesta en marcha de “iniciativas de este tipo, comunes en Europa y escasas en España, que dan oportunidades a los jóvenes investigadores para seguir realizando nuestro trabajo con estabilidad”.

Junto a esta ingeniera de minas especializada en termografía, otros dos investigadores, uno predoctoral y otro posdoctoral, trabajarán por un plazo de dos años, prorrogables por un máximo de otros dos si la evaluación de su trabajo es favorable. Una comisión será la encargada de valorar los informes del investigador distinguido, las publicaciones, su calidad, los proyectos y contratos conseguidos, su carácter y volumen económico y, en su caso, las patentes desarrolladas.

El rector de la USAL, Daniel Hernández Ruipérez, ha destacado la relevancia de una cátedra, "que cumple el objetivo de tender a la excelencia actuando como banco de pruebas para nuevas fórmulas que permitan captar mejor el talento y que ha logrado poner de acuerdo desde un primer momento a la Universidad de Salamanca y a Iberdrola, comenzando por su presidente Ignacio Galán".

Se ha congratulado por la elección de esta investigadora para dirigir la cátedra, vinculada en su momento a la Universidad de Salamanca a través de la beca Juan de la Cierva.

Retos reales

Por su parte, el director de Innovación y Sostenibilidad de Iberdrola, Agustín Delgado, puso el acento en la intención de que la cátedra tenga vocación de continuidad "y no sea algo efímero pues debe ayudar a solventar retos reales y ha de contribuir a desarrollar un área de excelencia”.

Delgado remarcó el gran nivel de las candidaturas presentadas y explicó que, con su proyecto, "se podrá entender mejor el modo de contribuir a la descarbonización de la energía y la electrificación de la economía"., mostrando que los objetivos de la cátedra “serán útiles para el futuro".

“Como sociedad tenemos el reto de renovarnos y lo estamos cumpliendo retirando combustible fósil y apostando por las renovables, ya que la electricidad remarcó, será el gran vector energético del futuro”.

Las Cátedras del Octavo Centenario están incluidas dentro del Programa de Excelencia de la Universidad aprobado por la Comisión Interinstitucional para la conmemoración. Esta experiencia piloto en la universidad española apuesta por un sistema de colaboración público-privada para crear unidades de investigación, docencia y, en su caso, transferencia, destinadas a incorporar a la institución académica investigadores de prestigio.

El desarrollo de la cátedra conlleva la estabilización del equipo que la desarrollará, de tal modo que la investigadora que la dirige podrá acceder, una vez concluidos los cuatro años de su contrato con evaluación favorable, y siempre que tenga la acreditación correspondiente, a una plaza de profesor titular o de catedrático en el área temática o perfil relacionado con el ámbito de actuación de la cátedra.

En esa misma línea, el investigador postdoctoral tendrá la oportunidad de optar a una plaza de profesor contratado doctor o de profesor titular mientras que el investigador predoctoral podrá aspirar, siempre que disponga de la acreditación, a una plaza de profesor ayudante doctor.  De igual modo, los miembros del equipo de la cátedra también podrán impartir docencia de grado y máster.

La cátedra lleva aparejada la dotación de equipamientos, infraestructura y material por una cuantía máxima de 60.000 euros el primer año, y de 30.000 euros tanto el segundo como el tercer y cuarto año.