El Equipo Roca de la Guardia Civil halló en la primera localidad cuatro plantas de marihuana que pesaban 50 kilos, y en la otra siete plantas con un peso de 41 kilogramos. En ambos se encontraban en avanzado estado de floración y listas para su recolección.

Tras tener indicios suficientes para sospechar que el destino de estas plantaciones no era para el autoconsumo, sino para el tráfico, se procedió a detener a los propietarios de los recintos por delitos contra la salud pública. El primer individuo fue detenido el 18 de septiembre y el otro el día 24.

Las plantas se encuentran a disposición judicial a la espera de ser trasladadas a la Delegación de Gobierno de Valladolid para su posterior destrucción.