Tras aprobar las ordenanzas con los votos de PP y Ciudadanos, la teniente de alcalde de Hacienda, Desarrollo Económico e Innovación, Belén Carrasco, ha explicado al final del pleno que dado que se sienten los efectos de la recuperación económica “no es el momento de subir los impuestos”. La pretensión de no modificarlos es para que “las familias dispongan de más dinero”, que servirá para que “haya más consumo y mejore la actividad económica”.
El Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) no se modifica, si bien la recaudación aumentará porque este año “ya no hay reducciones” en forma de coeficientes correctores “en la base imponible del impuesto por parte del Estado porque estamos en el precio real” y ya se ha ajustado al precio de las viviendas, ha apuntado.
Las tasas del agua y de las basuras no se tocan, si bien en ésta se crea una específica para los pisos de uso turístico.
Con el cambio en el impuesto de plusvalías se estima que el Ayuntamiento de la capital dejará de ingresar cerca de un millón de euros, después de la sentencia del Tribunal Constitucional no permita cobrar para las ventas de inmuebles donde no haya beneficio, si bien se está a la espera de la nueva ley.
Según la teniente de alcalde, sólo hay “pequeñas subidas” en tasas que “apenas se notarán".
Uno de los cambios es la bonificación del 50% en el IBI que propuso el PSOE para los barrios anexionados porque cuentan con menos servicios, si bien los técnicos municipales han determinado no podía aplicarse al tratarse de “núcleos urbanos ya consolidados”. La teniente de alcalde ha explicado que podrán beneficiarse en “zonas urbanas que no estén consolidadas, que es el caso de explotaciones agrarias en los barrios o en la capital”.
Garcia | Sábado, 30 de Septiembre de 2017 a las 16:14:07 horas
Que bien se habla de recuperación desde un puesto a dedo y bien remunerado, bajese por los barrios obreros y observé su recuperación
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