El último año, caracterizado por una crisis acuciante, ofrece en la provincia de Ávila una coyuntura económica  y social con más paro, menos afiliados a la Seguridad Social, los precios más caros, las licitaciones oficiales en horas bajas y el turismo en declive.

En materia de empleo, según la Encuesta de Población Activa (EPA) correspondiente al tercer trimestre del año, la tasa de paro en la provincia de Ávila se ha incrementado desde noviembre de 2011 en diez puntos, al pasar del 21,5 por ciento de entonces al actual 23,7 por ciento.

También ha aumentado la cifra de personas que se han visto inmersas en expedientes de regulación de empleo, que en los primeros ocho meses del año pasado ascendían a 231 mientras que en el mismo periodo de este año han sido 334, es decir, un 44,5 por ciento más.

En el apartado de la Seguridad Social, en este último año se ha registrado un descenso del 6,8 por ciento tanto en el número de afiliados al Sistema, que han pasado de 53.738 a 50.077, como en el número de autónomos, que al término de noviembre de este año eran 14.514 frente a los 14.979 de noviembre de 2011.

Otro dato económico relevante apunta al Índice de Precios al Consumo (IPC), que en el acumulado de octubre del año pasado era del 2,1 y en el mismo periodo de este año ha crecido hasta el 3,3.

Por otro lado, las matriculaciones de vehículos han descendido en la provincia de Ávila casi un 15,4 por ciento en este último año, mientras el precio de la vivienda ha bajado un 11,5 por ciento.

De otra parte, las licitaciones de obra pública también han experimentado un notable descenso en la Administración central, cifrado en el 47,3 por ciento, y en la Administración local, que ha licitado un 15,5 por ciento menos, a diferencia de la Administración autonómica, que ha subido el importe en licitaciones en un 68,5 por ciento, si bien partía en 2011 de una cantidad baja, 9,4 millones de euros.

En relación con el consumo de carburantes, sector al que afecta la reducción de actividad pero también la aplicación del céntimo sanitario, los datos que arroja el balance de este último año también resultan negativos, ya que ha descendido el consumo de gasolina 95 un 17 por ciento; el de gasolina 98 ha bajado un 32 por ciento; el de gasóleo A se ha reducido un 20,2 por ciento; y el de gasóleo B, para uso agrícola, ha disminuido un 11,8 por ciento; mientras el consumo de gasóleo para calefacción ha crecido un 36,2 por ciento.

El sector turístico tampoco escapa a la repercusión de la crisis económica, como queda constatado con la reducción en un 11,6 por ciento de los viajeros que eligen Ávila como destino, que además han realizado un 15 por ciento menos de pernoctaciones.

Junto a ello, los viajeros extranjeros que han acudido a la provincia de Ávila entre enero y octubre de este año han disminuido un 19,1 por ciento en comparación con el mismo periodo del año anterior, y también han efectuado un 26,4 por ciento menos de pernoctaciones.

En cuanto al sector educativo, en un año marcado por las protestas de la comunidad educativa como consecuencia de los recortes aplicados desde el Gobierno central y desde las comunidades autónomas, en la provincia de Ávila hay 2.184 profesores impartiendo clase, un 7,2 por ciento menos que el anterior curso académico, descenso que contrasta con el aumento experimentado por el número de alumnos, que se eleva a caso 25.500, un 1,3 por ciento más.