El emotivo acto ha comenzado con un relato de su vida que había sido redactado por su familia y que fue leído por una nieta, proyectándose de forma simultánea imágenes de la vida de su abuelo. A continuación se ha leído unas palabras enviadas por el prestigioso geógrafo Eduardo Martínez de Pisón, en el que ha subrayado que era una persona “autodidacta, inteligente, entusiasta y apasionado de la geografía”, que falleció hace dos meses.

Por su parte, el botánico y presidente del Club de Montaña Azagaya-Gredos, Antonino González Canalejo, ha recordado algunas anécdotas y vivencias junto a sus excursiones con Aurelio, a la vez que ha asegurado que existe “una deuda muy grande” con él por su labor de “recuperación cultural de la toponimia, de los montes y cañadas de Gredos”, que plasmó en el primer mapa de la sierra.

Destacando que “impulsó una visión moderna de la sierra, en línea con Francisco Giner de los Ríos, en una época en que la sierra no era valorada y se la considera un cazadero y un pastizal”. González Canalejo ha agradecido la intervención “fundamental” de Delgado en el movimiento contra el proyecto que pretendio urbanizar Gredos “con hasta 15.000 viviendas” y montar una estación de esqui en los años 70.

Por su parte, Modesto Luceño, catedrático de Botánica de la Universidad de Pablo de Olavide, de Sevilla, le ha recordado como “un montañero completo y de un gran conocimiento de la montaña, autor del mejor mapa de Gredos conocido y que recoje “una toponimia no inventada”.

El biólogo Fernando Parra se ha referido a él como “un explorador de lo próximo y de lo ignoto”. “Era una de las pocas personas a las que el denomino cuidadores del mundo, por su constante preocupación por todo lo humano y natural”, ha expresado.

El escritor Andrés Sorel, desde un punto literario y poético, ha recordado a Aurelio y relatado como le incorporó en su novela 'La noche en que fui traicionada' como guía y perfecto acompañante de Ernest Hemingway.

Para finalizar se ha dado la palabra a varios de los numerosos presentes de la sala, para cerrar el acto la familia, reiterando su agradecimiento a los organizadores y a los asistentes, llegados desde Madrid, Ávila y el carereño Valle del Jerte.