Pasadas las 23,30 horas del sábado, la plaza del Mercado Grande se alarmó por la presencia de dotaciones de bomberos y policiales. Instantes antes, un vecino del convento se asustó al ver una habitación en llamas, por lo que llamó a los Servicios de Emergencia, que no tardaron en acudir a la residencia de las monjas Concepcionistas, donde viven seis hermanas.

Los bomberos llamaron a la puerta de las monjas, situada al comienzo de la Bajada del Peregrino, pero no encontraron respuesta, por lo que quisieron comunicar por teléfono, pero no hubo manera, no lo descolgaron.

Esto no hizo otra cosa que alarmar más a los servicios de emergencia. Los bomberos decidieron entrar a toda costa para saber qué estaba pasando dentro y auxiliar a las supuestas víctimas, ya que todo hacía sospechar que dentro algo sucedía cuando nadie contestaba al otro lado de los altos muros del convento.

La entrada más fácil era la del portón del convento situado en la Bajada del Pilón de las Bestias, situado nada más bajar la escalera que separa los dos edificios de Moneo. Los bomberos han forzado la gran puerta que da acceso al gran solar del convento, que antes fue huerto. De ahí accedieron al edificio donde tienen sus estancias las monjas, que debieron recibir un susto de aúpa al ver entrar a los bomberos.

Allí, y ya pasada la medianoche, se deshizo el entuerto: no había llamas sino un gran cirio rojo ante un altar cuya luz, al pasar por un cristal traslucido de una puerta, hizo pensar al vecino que eran llamas y que una de las habitaciones ardía.

Hasta el lugar del hecho se desplazaron dos dotaciones de bomberos, Policía Local y Policía Local, e incluso el alcalde en funciones, Rubén Serrano.