‘Costa’ encontró en las carreras una forma de vida, siempre vestido con una camiseta con los colores de España y la imagen de las murallas de Ávila, difundidas por todo el mundo mediante su participación en pruebas tan relevantes como la maratón de Nueva York, que consiguió acabar en tres ocasiones, la última el pasado mes de noviembre.

Su carrera como atleta comenzó una vez jubilado, cuando a los 67 años empezó a correr animado por una de sus hijas y con el objetivo de bajar peso.

Su primera carrera fue en El Arenal, una localidad próxima a su pueblo. A partir de ahí no paró de practicar el atletismo popular, llegando a participar en más de 200 pruebas, superando más de una docena de maratones, entre ellos los más prestigiosos del mundo. Además del de Nueva York, compitió en el de Chicago, Boston, Tokio, Berlín y Londres, entre otros.

Sus viajes por diferentes países con el fin de tomar parte en las carreras le permitieron conocer a personas de todas las edades y condiciones, y sobre todo hacer amigos por el carácter afable del hornillento para el que la edad nunca fue un impedimento para experimentar cosas nuevas. Era frecuente verle todos los últimos días del año en la capital abulense corriendo la Carrera Popular del Pavo.

La quebrada orografía de la Sierra de Gredos facilitó a ‘Costa’ su fondo físico con continuas y largas caminatas por los montes para hacer posibles dos de sus grandes aficiones: la caza y la pesca.

“Si te lo propones todo se consigue”, decía con frecuencia el veterano atleta para justificar como con sus años era posible practicar atletismo realizando grandes esfuerzos, eso sí, con un buen entrenamiento y vigilando la salud.

Paradojas de la vida, el fallecimiento de Constantino Ramírez se ha producido un día antes de cumplirse el vigésimo aniversario de que uno de sus ídolos, el soriano Abel Antón, se proclamase en Atenas campeón del mundo de maratón.